El desarrollo de cannabis en el mundo no se limita al uso recreativo, aunque esa sea la fuente de la mayoría de las informaciones que dan vuelta por los medios de comunicación de todo el mundo. Ni siquiera el aspecto medicinal es lo que ocupa a miles de investigadores que comienzan a familiarizarse con una planta prohibida desde tiempos inmemoriales. El año 2018 ha significado un gran empuje para el mundo cannábico, sobre todo, en su faceta investigativa.

Un grupo de investigadores en Turquía utilizó la orina de los consumidores de cannabis para producir electricidad y, al parecer, ha funcionado muy bien. Sí, por más insólito que suene, tu orina, agraciado consumidor de marihuana, puede servir para dar luz, y así volver a cargar el vaporizador.

El 2018 fue el año en que se realizó la primera aprobación de un medicamento a base de cannabis por parte de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) en Estados Unidos, pero también fue una temporada en la que se publicaron varios estudios en revistas científicas y médicas de primer nivel. Señales de que la planta está oficialmente saliendo del closet y comienza a ganarse el respeto de científicos de todo el planeta.

Uno de esos estudios se publicó a principios de este año en la revista Bioresource Technology Reports, y da cuenta de que investigadores en Turquía utilizaron la orina de los consumidores de cannabis para producir electricidad.

¿Cómo funciona? Primero conozcamos de que se trata nuestra orina, algo que expedimos a diario sin pensar que todavía puede sernos muy útil. Nuestro principal desecho se compone principalmente de agua, pero también contiene una pequeña cantidad de urea (desechos del cuerpo), que se compone de carbono, oxígeno, nitrógeno e hidrógeno.

Ahora sí, ¿Cómo funciona? Usando celdas de combustible microbianas (CCM), que utiliza bacterias y funcionan con electrólisis, que obliga a una corriente eléctrica a provocar una reacción química, la urea se divide en sus componentes químicos y el hidrógeno se aísla como fuente de energía. Una vez que se purifica el hidrógeno, se puede utilizar en un generador.

Orina con THC

La pregunta que surge enseguida es sobre la diferencia entre nuestra orina y la de aquellas personas que no consumen cannabis. Bien, resulta que en los últimos años, los investigadores han estado trabajando para hacer el proceso de generación energética en forma más eficiente y ampliarlo para generar mayores cantidades de electricidad. 

Un estudio adicional también reveló que los CCM se pueden usar para matar patógenos en las aguas residuales. Este hallazgo, en particular, motivó a los autores del estudio reciente a ver si los CCM podrían degradar los metabolitos del cannabis en la orina y al mismo tiempo producir electricidad. Si bien el cannabis es seguro para el consumo humano, los metabolitos en la orina pueden ser problemáticos para nuestros amigos acuáticos. Por lo tanto, los investigadores decidieron explorar el papel de los CCM en la limpieza de la orina y generación de electricidad.

En este estudio, las muestras de orina de los consumidores regulares de cannabis y otras de orina sintética fueron procesadas por CCM. La orina impregnada de cannabis de hecho generó electricidad, aunque no al nivel de la orina sintética. Sin embargo, los CCM también pudieron degradar los metabolitos del cannabis en más del 60% (THC, específicamente). Eso quiere decir que la orina de los consumidores de cannabis queda más limpia para ser liberada al medio ambiente.

De hecho, los CCM ya se probaron para procesar y limpiar orina en el famoso festival de música de Glastonbury, ya que estos desechos suelen general muchos problemas para la localidad. 

Como ves, tu orina no sólo sirve para nutrir de nitrógeno a tus plantas sino también, para dotar de energía a tu indoor. 

Por Rama

Fuente: La Marihuana