Uno de los insecticidas más usados en todo el mundo es el jabón de potasio o jabón de potasa o jabón potásico. Su uso está tan extendido ya que se trata de un producto natural, que no tiene ningún impacto negativo en las plantas, y que además aporta aunque en bajas dosis, cantidades de este nutriente tan esencial. Posiblemente sea el insecticida más empleado en agricultura ecológica, ya que combate eficazmente plantas de trips, araña roja, cochinilla, mosca blanca o pulgón, además de determinados hongos como el oídio, el mildiu o la botrytis.

Funciona por contacto, dañando el exoesqueleto de los insectos, matándolos por asfixia. Generalmente el jabón de potasio comercial y la gran mayoría de recetas que se encuentran, se elaboran con KOH, es decir hidróxido de potasio también conocida como potasa caústica. Pero éste es un compuesto poco ecológico ya que para su producción se usa una gran cantidad de electricidad procedente del petróleo. En este post te damos una solución más ecológica para hacer un jabón de potasio igual de efectivo.

NECESITAREMOS

  • 3-4 kilos de madera
  • 1 litro de aceite de girasol
  • 1 litro de agua
  • 1 patata
  • 1 limón
  • Una olla grande
  • Una olla más pequeña
  • 1 palo
  • 1 mechero
  • 1 cocina
  • Medidor de pH

Como ves, todo ello suma algo cuanto menos curioso. Para hacer jabón potásico, necesitamos lógicamente potasio. En este caso, nuestra fuente será la madera. Haz una pequeña fogata con madera bien seca, sin tratar y en pequeños trozos. Nos interesa una combustión rápida e intensa para conseguir gran cantidad de ceniza blanca, que recogeremos y meteremos en la olla pequeña. A continuación, añadimos 1 litro de agua, removemos bien durante unos minutos, y dejamos reposar durante 2 días.

Pasado este tiempo, introducimos la patata en la olla. Si la patata no flota, se debe repetir el paso anterior, es decir añadir más cenizas, remover y dejar reposar otros dos días. Si la patata flota, la solución de cenias y madera estará lista para el siguiente paso. Este curioso método de la patata, es un sistema muy rudimentarios que estima la concentración de carbonato de potasio debido al cambio de densidad del medio.

El siguiente paso es mezclar nuestras cenizas con agua con aceite. Pásala a la olla grande, puedes colarla o no, a tu elección. De una manera conseguirás un jabón más fino, en el otro más grumoso dependiendo del tamaño de las cenizas. Necesitarás de 0,5 a 1 litro de aceite, así que te recomendamos comenzar añadiendo medio litro para empezar. Añade el aceite en muy pequeñas cantidades a la vez que agitas con el palo. Podrás observar que poco a poco va adquiriendo una textura cremosa.

En este punto, ponemos la olla al fuego para conseguir evaporar parte del agua y que nos quede un jabón de potásico mucho más espeso. Una vez al fuego, tiende a rebosar con facilidad, así que no dejes de remover. La textura más sólida o aceitosa depende de los gustos de cada uno. Apagamos el fuego y dejamos que enfríe un poco.

El próximo paso es ajustar el pH del jabón, ya que tendrá un pH entre 10 y 12. Añadimos pequeños chorros de limón hasta que el jabón alcance un pH de 8-9. Si nos queda más bajo, corremos el riesgo de que se estropee. Y ya tenemos nuestro insecticida casero listo para usar. Las dosis pueden llegar a ser muy variables dependiendo de la concentración del jabón de potasio e incluso del tipo de madera. Comienza con dos cucharadas soperas por litro de agua, aplicando pulverizado sobre las plantas.

Fuente: La Marihuana