En marzo de 2017, Argentina especificó una ley de cannabis medicinal que habilita la provisión a una nueva de pacientes de una patología determinada: epilepsia refractaria.

Sin embargo, la norma no determina otra vía de acceso al aceite que no sea la importación.

La lucha de los cultivadores forzó una corrección que contemple la actividad aunque la persecución no termina.

En casos contables, fueron efectivos recursos de amparo los que terminaron por avalar la práctica, que solo busca conseguir la medicina sagrada.

En paralelo, la provincia de Jujuy, en el extremo noroeste del país, firmó un vínculo con la empresa norteamericana Green Leaf Farms para desarrollar un cultivo a gran escala.

Hoy, ese cultivo está a un paso de la primera producción de aceite medicinal, según consigna del periódico Ámbito Financiero, y otras ocho provincias buscan imitar el desarrollo industrial.

Jujuy, la provincia pionera en habilitar este tipo de industria, cerró días antes de la declaración de la pandemia convenios con las provincias de Corrientes (noreste), Mendoza (centro oeste) y San Juan (centro oeste) para desarrollar de manera conjunta la actividad con fines científicos.

Otros proyectos avanzados

En tanto que otros distritos como Neuquén (sur), Chaco (noreste), Chubut (sur) y Tierra del Fuego (sur) tienen muy avanzados proyectos propios para avanzar con el desarrollo de los cultivos de proporciones y características similares al jujeño.

La intención de esas provincias es aprovechar el marco regulatorio para la investigación médica y científica del uso medicinal, terapéutico y / o paliativo del dolor, de la planta de cannabis y sus derivados, garantizando y promoviendo el cuidado integral de la salud.

Sin embargo, el avance no será tal hasta que no se autorice el autocultivo y el consumo del cannabis.

Hasta el momento, solo Viedma y San Antonio Oeste, provincia de Río Negro (sur), reglamentaron el autocultivo de cannabis para uso terapéutico.

En el resto del país, si bien la mayoría de las provincias adhirió a la Ley Nacional, todavía no se avanzó en la autorización para el desarrollo del cultivo domiciliario.

DEMORAS

La pretensión del gobierno de Alberto Fernández fue lograr este año la sanción en el Congreso de una norma para despenalizar tanto el cultivo como la tenencia de cannabis para consumo personal.

Para ello instruyó a la ministra de Seguridad, Sabina Frederic, para analizar los modelos de regulación que rigen en otros países, como Canadá, Uruguay y los 11 estados de Estados Unidos.

Pero la etapa que seguía, la búsqueda de consensos entre los distintos actores para alumbrar un proyecto de ley acordado, se vio interrumpida por la declaración de la pandemia de coronavirus y postergó así un debate muy esperado especialmente por los sectores que reclaman una mayor flexibilización en el uso de esta sustancia.

En simultáneo, el gobierno jujeño, a través de la empresa estatal Cannava y en conjunto con Green Leaf Farms, aceleró en los últimos meses el cultivo de semillas de marihuana en un predio de 35 hectáreas y se encaminó a elaborar el aceite próximamente en un laboratorio propio cuya construcción está algo demorada por la cuarentena.

La plantación de marihuana se encuentra cerca de la localidad de Perico, en la “Finca El Pongo”, a unos 40 kilómetros de la capital provincial, bajo férreos controles de seguridad.

Innovadora experiencia

La innovadora experiencia de la provincia del Norte atrajo incluso el interés internacional.

Poco antes de la irrupción del coronavirus, los embajadores de Alemania y Canadá detectaron el predio de CANNAVA para conocer el estado de producción de la empresa estatal y detectaron su disposición para intercambiar el desarrollo científico y tecnológico para el desarrollo del cultivo.

“En Alemania hay avances en la investigación y en la mentalidad de los consumidores, es diferente ahora porque es una planta medicinal, por lo que veo hay muy buenas perspectivas de esto”, dijo Jürgen Christian Mertens.

Su par de Canadá, David Usher, adelantó incluso que trabaja con la Argentina en un convenio para; “profundizar la exploración científica de la aplicación del cannabis medicinal”.

Fuente: La Marihuana