Las variedades de cannabis autoflorecientes en interior siempre son una opción muy interesante. Bien sea para cubrir espacios vacíos que puedan quedan en la fase de floración con variedades fotodependientes. O bien sea para realizar un monocultivo de autos. Las ventajas es que son variedades muy fáciles de cultivar. Algunas de ellas en menos de 60 días desde la germinación se pueden cosechar.

Cuando se cultivan variedades fotodependientes o no autoflorecientes partiendo de semilla, éstas no comienzan a florecer hasta que han alcanzado la edad sexual adulta. Esto sucede en la 4 semana aproximadamente. Así que no se podrán cosechar en el caso de las variedades de floración más rápida en un total de 75-80 días. Por lo tanto el que busque las cosechas más rápidas, las variedades autoflorecientes en interior son las mejores.

En su contra, que comparadas con las variedades no autoflorecientes, son en general menos productivas y potentes. Además y como veremos más adelante, para conseguir los mejores rendimientos el consumo eléctrico será mayor. También por su condición, será imposible sacarles esquejes. Y por último, que apenas permiten errores durante la fase de crecimiento y a las tres o cuatro semanas comenzarán a florecer tengan el tamaño que tengan.

USAR MACETAS MUY PEQUEÑAS

La gran mayoría de autoflorecientes tienen un comportamiento similar. Crecen aproximadamente durante unas tres o cuatro semanas, y comienzan a continuación la fase de floración. Es decir que pasadas las tres semanas desde la germinación conviene contar con unas plantas que durante el crecimiento se hayan desarrollado lo máximo posible. Su producción dependerá en gran parte del tamaño.

Usar macetas pequeñas limitará el espacio disponible para el desarrollo de las raíces y por lo tanto su crecimiento llegará un momento en el que se frenará. Como recomendación, las macetas de 7 a 11 litros son las mejores. Y siempre como no, usando un sustrato de primera calidad para que las plantas autoflorecientes en interior crezcan con fuerza desde el primer momento.

HACER TRASPLANTES A AUTOFLORECIENTES EN INTERIOR

Con las variedades autoflorecientes en interior conviene usar una gran maceta desde el primer momento. Y al decir grande, decimos de 7-11 litros. No serán necesarias macetas de mayor tamaño, ya que por su corta fase vegetativa no tendrán tiempo a extender su sistema radicular mucho más.

autoflorecientes en interior

Un trasplante aunque beneficioso a la larga, no deja de ser un factor de estrés que puede frenar el crecimiento de las plantas algunos días. Y en este tipo de variedades que en ocasiones comienzan a florecer en tres semanas, privarlas de desarrollarse 2-3 días en crecimiento siempre es contraproducente. Por ello siempre se recomienda pasar la semilla directamente a su maceta definitiva, sea germinando directamente en la maceta o previamente en algodón, servilletas de papel, etc.

SUBESTIMAR SU CRECIMIENTO

Aunque generalmente las autoflorecientes en interior son variedades de un tamaño que rara vez superan el metro de altura, siempre hay algunas excepciones. Y se trata principalmente de autoflorecientes sativas y las llamadas «super-autos», que llegan en ocasiones a alcanzar los 150 cm de altura. Y esto es interior puede ser un problema.

En estos casos excepcionales, se pueden usar macetas un poco más pequeñas de lo que usaríamos con autoflorecientes más bajas, lo que evitará un crecimiento excesivo. También otra opción es reducir alguna hora el fotoperíodo de  luz en la fase de crecimiento. A menor cantidad de horas de luz, las plantas lógicamente crecerán algo menos.

HACER PODAS A AUTOFLORECIENTES EN INTERIOR

Cualquier poda que se le haga a una planta, siempre requerirá un tiempo de recuperación que tardará varios días. Si por ejemplo hacemos una poda apical a una autofloreciente buscando una mayor ramificación lateral, apenas ramificará ya que como venimos diciendo, en la tercera o cuarta semana comenzará a florecer.

Y volvemos a lo dicho anteriormente, en variedades con un período de crecimiento tan limitado, privar a la planta de desarrollarse 2 o 3 días puede suponer una gran diferencia en su altura final. Si fuese necesario porque las plantas han crecido en exceso, siempre sería más conveniente realizar algún guiado de ramas que una poda.

USAR EL MISMO FOTOPERÍODO QUE PARA FOTODEPENDIENTES

En floración, este tipo de variedades que no dependen de fotoperíodos, agradecen una gran cantidad de horas de luz. Esto afectará muy positivamente a la producción, ya que a mayor cantidad de horas de luz, más crecerán los cogollos y en definitiva los rendimientos será más elevados.

Para las variedades fotodependientes en floración se usa un fotoperíodo de 12/12. Si reciben más de 12 horas de luz, no florecerían, así que 12 horas es lo máximo que se puede aportar para conseguir los rendimientos más altos. Las autoflorecientes en cambio, al no depender de fotoperíodos, podremos aportar más de 12 horas que florecerán igualmente.  La mejor opción es un fotoperíodo 18/6. Esas 6 horas de luz a mayores supone un mayor gasto eléctrico como mencionamos al principio con respecto a las fotodependientes, pero sin duda los rendimientos merecerán la pena.

Fuente: La Marihuana