¿Qué tipo de relación existe o podemos encontrar entre cannabis y pulmones?

En general el consumo de marihuana es a través de cigarrillos o pipas, por lo que podemos concluir en que cannabis y pulmones tienen una relación directa.

Esto genera algunas contraindicaciones para nuestros pulmones, pero también podemos encontrar ciertos beneficios.

El consumo de marihuana tiene relación con los pulmones y la función del aparato respiratorio en dos aspectos.

El primero es la posibilidad del uso terapéutico de la hierba en enfermedades respiratorias, tales como el asma y el enfisema.

Pero también se relaciona con el daño que puede ocasionar la misma al ser fumada.

Sí el cannabis y los pulmones tienen una relación de amor y odio como la que puedes tener con tu ex.

Cannabis y pulmones

Relaciones amistosas entre cannabis y pulmones

Una enfermedad muy común en el ámbito respiratorio es el asma, algo así como un o una tercera en discordia entre cannabis y pulmones.

La misma tiene un origen desconocido, aunque se sabe que con un importante componente inmunológico.

Se caracteriza por episodios de bronco espasmo o disminución de la capacidad bronquial.

Estos son provocados por la contracción de su musculatura ante diversos estímulos.

Estímulos alérgenos exógenos (como el polvo, el polen, pelo de animales, plumas, caspa) o factores endógenos de tipo psicológicos o emocional (estrés emocional).

Ante un ataque de asma se produce una importante inflamación y aumento de la mucosidad en el epitelio (pared interior) de los bronquios.

Como consecuencia, tiende a agravar la disminución del diámetro del mismo, ocasionando que el flujo de respiración sea menor.

Como también una disminución notable del intercambio gaseoso en la sangre, dando como resultado un cuadro de insuficiencia respiratoria.

Cannabis y pulmones

¿En qué puede ayudar el cannabis ante un cuadro crónico de asma?

Se ha comprobado que la administración gradual de cannabinoides tiene efecto bronco dilatador. Sí, cannabis y pulmones pueden ayudarse.

Se ha comprobado este efecto en animales de experimentación y en humanos.

Estos estudios se realizaron a cabo desde los años 70 y con el suficiente respaldo científico.

Ya que se pudieron cotejar los resultados obtenidos mediante aparatos especiales que miden la capacidad y la función respiratoria.

El estudio determinó que la administración de un cigarrillo de marihuana (con un dos por ciento de THC) o de TCH oral (15 miligramos) ocasiona una respuesta bronco dilatadora.

Esto ocurre tanto en personas sanas como también en pacientes asmáticos.

La respuesta del THC es equivalente a la producida con dosis habitual de medicamentos broncos dilatadores empleados en pacientes crónicos.

Así mismo, se ha podido constatar que un antagonista del sistema cannabinoide bloquea el efecto del THC, con lo que se demuestra que esta acción está mediada por dicho sistema.

Aunque el efecto de los medicamentos comparado con el de los cannabinoides es de aparición más rápida, pasada una hora se igualan en resultado.

Luego, el cannabis tiende a ser más eficaz y su acción perdura mas en el tiempo.

Así mismo, este efecto bronco dilatador de la marihuana también puede ser beneficioso en otras enfermedades pulmonares, como por ejemplo el enfisema.

Esto sucede porque el sistema endocannabinoide ejerce un importante papel en el mantenimiento del tono fisiológico del músculo del bronquio.

Al activarse el sistema con una dosis de THC o CBD el músculo responde con una relajación (que se traduce en una dilatación) del bronquio cuando recibe un estimulo irritante.

En vez de contraerse, como sucede ante una crisis respiratoria este se dilata.

Se han podido identificar en el mismo epitelio bronquial receptores cannabinoides y síntesis local de anandamida.

Como también el cannabinoide endógeno.

Se prevé que la posibilidad que las propiedades antiinflamatorias e inmunomoduladoras con las que cuentan estas sustancia, ejerzan una influencia positiva en esta enfermedad.

Asimismo, se ha demostrado también un efecto antitusígeno en la administración de cannabinoides.

El mecanismos de acción terapéutica del cannabis es distinto al empleado por otros medicamentos.

Lo que hace que se pueda emplear conjuntamente con los bronco dilatadores betabloqueantes o los antiinflamatorios esteroides.

Logrando potenciar sus efectos, permitiendo una menor dosis y menos efectos secundarios.

Sin embargo, el humo de la combustión de la marihuana contiene sustancias irritantes para el aparato respiratorio.

Por lo que el empleo de esta planta por vía inhalada no es admitido por la comunidad científica.

Mas allá que en los estudios antes comentados daba un resultado beneficioso del paciente, se desconocen las consecuencias de su uso a largo plazo.

Como también en ocasiones las partículas irritantes han dado como resultado una crisis aguda de bronco espasmo y tos.

En la actualidad existen los vaporizadores, con los cuales se puede consumir cannabis pero a través de vapor.

Los mismos vienen en presentaciones muy sencillas de utilizar y con batería recargable.

Esta invención, logro reducir el daño del consumo de marihuana por combustión.

Como también dar otra opción para consumidores que no les agrada el humo.

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Relaciones odiosas entre cannabis y pulmones

La relación entre cannabis y pulmones no es de las llamadas tóxicas, así por que sí.

El único problema que se podría plantear es cuándo la marihuana se administra por vía inhalada.

Antes de la era del tabaquismo, los estudios y tratados no revelaban ni tampoco hacían referencia a posibles efectos negativos bronquiales.

Al contrario, la marihuana era utilizada para tratar enfermedades pulmonares.

En la actualidad tampoco existe identificada una epidemia poblacional de problemas respiratorios relacionados con el consumo inhalado de cannabis.

Como tampoco ningún caso individual descrito de cáncer de pulmón atribuible a él.

A diferencia del tabaco, el cual marca los índices más altos de cáncer de pulmón, garganta o boca.

Sin embargo es lógico pensar que algo que es inhalado por combustión pueda ocasionar un daño para los pulmones.

Así que se han estudiados sus componentes comparándolo con el tabaco y analizando el riesgo hipotético de su consumo a largo plazo.

Las diferencias particulares y principales entre estas dos sustancias son la nicotina del tabaco y los cannabinoides de la marihuana.

El humo de la combustión de ambas posee las mismas partículas irritantes y es en potencia causante de bronquitis.

La respuesta posible que existe de que no hay más enfermedades pulmonares relacionadas al uso fumado del cannabis tal vez pueda ser la periodicidad de consumo.

Es frecuente que los consumidores de cannabis lo hagan esporádicamente, a diferencia de un fumador de tabaco.

También el efecto mental de los cannabinoides suele llegar a perdurar más y la administración es autocontrolada.

Incluso, el denominado consumidor crónico de cannabis sólo necesitaría de unos pocos cigarros para estar constantemente bajo sus efectos.

Por el contrario, es más habitual dentro del tabaquismo un consumo compulsivo.

La adicción a la nicotina produce que luego de cada cigarrillo quieras otro. Siendo la regla unos 20 cigarrillos al día y escaso su uso esporádico.

Aunque la marihuana tenga el mismo poder irritante que el tabaco, su uso esporádico solo conlleva un ligero aumento de riesgo de padecer enfermedades respiratorias.

Esto comparado con individuos que no la consumen.

El consumo de cannabis tampoco ha demostrado un aumento de incidencia de enfisema a largo plazo.

Sin embargo, hay que resaltar que en el consumo y posterior daño está relacionado con la forma de fumar.

Ya que un estudio revelo que se equipara el daño de un porro con el de cuatro cigarrillos de tabaco.

Esto se debe a que la marihuana se consume mediante inhalaciones más profundas y mantenidas, lo que produce un aumento considerable en la absorción de alquitrán.

Otro posible efecto negativo agudo del consumo de cannabis fumado, son las posibles neumonías por hongos de contaminación de la planta.

Esto es especialmente peligroso en pacientes inmunodeprimidos.

Como consecuencia puede desencadenar un cuadro de neumotórax en pacientes que ya tengan alguna enfermedad preexistente.

Esto se debe a la costumbre generalizada de consumir la marihuana mediante inhalaciones profundas y rápidas.

En el cannabis fumado como terapia medica, el efecto negativo bronquial habría que valorarlo desde el punto de vista de la patología para la que está prescrita y de los beneficios que se van a conseguir.

No tiene sentido tener en cuenta el efecto negativo que puede conllevar en los pacientes terminales, o en aquellas enfermedades crónicas.

En las que solo se recurre al tratamiento de cannabis solo en crisis sintomáticas.

En general basta con unas caladas para poder obtener control de los síntomas.

En este último caso, o cuando exista enfermedad broncopulmonar, se puede recurrir a otra vía de administración de cannabis.

Utilizando la forma digestiva a través de aceites o preparados.

O utilizando la vía inhalada a través de vaporizadores.

Fuente: La Marihuana