Las posibilidades comerciales que ofrece la marihuana hace que muchos decidan reorientar sus inversiones; en ese camino, Ecuador cambia flores por cogollos.

El avance del cannabis como producto para los mercados internacionales comienza a convencer a estados, empresarios e inversores. 

También a los productores agrícolas que batallan contra las inclemencias climáticas y pendientes de los precios de los commodities para calcular su rentabilidad.

Esto ocurre en casi todos los países de Latinoamérica, donde la economía rural es un pilar.

Es en ese contexto en el que Ecuador cambia flores por cogollos, tal como informa El Universo en un artículo donde analiza la nueva realidad de reconversión económica.

El sitio relatado en el reportaje es en Tabacundo, una zona del departamento de Pichincha, al norte del país y cerca de la famosa “ciudad mitad del mundo”.

Allí está ubicada una plantación florícola de nueve hectáreas dedicada al cultivos de rosas, y que entrará en esta  reconversión productiva a partir de este segundo semestre.

Sí, tal como leíste: una plantación florícola de Tabacundo entra a reconversión para dar paso al cannabis y muestra que Ecuador cambia flores por cogollos.

El plan está listo para arrancar una vez que ya se realizaron las respectivas pruebas y el Estado ecuatoriano emitió las licencias que permiten ese cultivo. 

Cannades, una empresa formada con cinco socios, es quien impulsará el proyecto con el fin de obtener biomasas para extracción de aceites y flor para exportación.

Ecuador cambia flores por cogollos

¿Por qué Ecuador cambia flores por cogollos?

Ecuador ha emitido ya 34 licencias para actividades con cannabis y cáñamo industrial y postulantes de cuatro provincias empezaron trámites para obtener licencias.

La siembra y cosecha de cannabis no psicoactivo y cáñamo industrial fue avalada en Ecuador tras las reformas efectuadas al Código Orgánico Integral Penal. 

Luego, el Ministerio de Agricultura emitió el reglamento para la emisión de siete tipos de licencias.

Las mismas permiten ejercer actividades comerciales con cáñamo y cannabis, a cielo abierto o invernaderos.

Alfredo López, representante de Barad, una de las firmas socias en Cannades, indicó que ya tienen los siete tipos de licencias y esperan comenzar a sembrar a escala en julio en una plantación que está destinada al cultivo de flores. 

La idea apunta a remplazar las rosas por cannabis poco a poco, a medida que vaya respondiendo el mercado y necesiten de más tierra.

También a medida de que otras empresas se sumen a esta tendencia en la que Ecuador cambia flores por cogollos.

El ejecutivo sostiene que se hicieron pruebas a cielo abierto en Salinas, de Ibarra, y en un invernadero en Tabacundo. En esta última localidad obtuvieron resultados más alentadores. 

López señala que los niveles de THC de las plantas estuvieron entre 0,3 por ciento y 0,48 por ciento, menos del uno por ciento que es el límite que permite Ecuador.

“El negocio que vamos a desarrollar es vertical, desde la importación de semillas hasta la producción de productos terminados”, afirma López.

Su empresa fue una de las primeras en obtener el aval para importar semillas de cannabis desde Estados Unidos. 

Estas fueron usadas para efectuar pruebas en el país para ver el comportamiento de esta especie.

Ecuador cambia flores por cogollos

Licencias disponibles en Ecuador

Hasta el pasado 24 de mayo, el Gobierno ecuatoriano emitió 34 licencias a empresas interesadas en incursionar en el negocio del cannabis y cáñamo. 

La mayoría de los trámites apuntan a la licencia 3, que es para el cultivo de cannabis no psicoactivo o cáñamo. 

Los costos de esta licencia van de 1.500 a 3.500 dólares, dependiendo del hectareaje.

El Ministerio de Agricultura tiene en observación tres licencias, otras nueve esperaban un informe técnico, nueve más estaban a espera de una respuesta del solicitante y dos estaban por revisar. 

En total existen más de 20 empresas en estos trámites.

Para que la siembra y la cosecha sea legal en Ecuador, el cultivo debe tener apenas uno por ciento de Tetrahidrocannabinol (THC).

Dentro de los interesados en incursionar en el cannabis precisamente hay florícolas. 

En los últimos meses, socios de Expoflores han participado en foros y talleres en los que se han explorado y analizado los potenciales de esta naciente industria.

Cannades, que está avanzando en su proyecto de cannabis, precisamente tiene a Boutique Flowers como uno de sus socios.

Además de los cultivos de cannabis, esta empresa con sus socios tiene planes de montar en Tabacundo una planta extractora de aceite.

López sostiene que primero apuntarán al aceite, que puede ser usado en la industria de alimentos y cosmética, aprovechando un marco legal más flexible que en Colombia.

La exportación de la flor de cannabis deberá esperar un poco más. 

El empresario explica que se necesitará obtener una excelente calidad y certificaciones internacionales para poder entrar a otros países.

Al momento, la inversión bordea el medio millón de dólares, pero una vez que tengan la planta, en unos ocho meses, esta ascenderá a unos cuatro millones de dólares, indica López.

Y aunque comenzarán el proyecto en una plantación con capacidad para 9 hectáreas, López sostiene que tienen proyecciones, en alianzas, de unas 100 hectáreas. 

Los planes incluyen tener un proyecto con cáñamo en la Costa. 

Fuente: La Marihuana