Las personas que están expuestas al humo de marihuana, aún sin fumarla, también pueden sentir el “subidón”, y hasta dar positivo en un test.

Sí, tal como leíste: si no eres un marihuano o fumeta ni siquiera te interesa la hierba, también pueden sentirte colocado por estar al lado de un usuario, y hasta tener niveles detectables de cannabis en orina o en sangre.

Esto puede suceder si están expuestos al humo de la marihuana en una habitación y sin ventilación.

“Si respiras pasivamente suficientemente humo de cannabis sentirás el ‘subidón’ y un ligero toque que podría dar positivo en una prueba de drogas”, dijo Evan S. Herrmann.

El hombre es el autor principal del estudio que demostró esto.

El también becario post doctoral en psiquiatría y ciencias del comportamiento por la Universidad Johns Hopkins School de Medicina aclaró: “esto sólo ocurre en una situación muy extrema”.

El cannabis es la sustancia ilícita más utilizada en el mundo y a menudo se fuma en espacios pequeños y cerrados con poca ventilación.

Estudios realizados en la década de 1980 mostraron que “la exposición social” al humo del cannabis podría desencadenar que las pruebas de drogas diesen positivo.

Sobre todo, por el principal ingrediente psicoactivo del cannabis, el tetrahidrocannabinol (THC).

Aunque esos estudios tenían varias limitaciones.

En la pesquisa se utilizó marihuana con potencia mas baja que disponibles en la actualidad y no pudieron dar cuenta de los niveles de ventilación en las habitaciones.

Tampoco se examinaron cómo las personas se sentían o comportaban después de tales exposiciones.

“Este nuevo estudio investiga una pregunta que la gente siempre se ha estado preguntando”, dijo Ziva Cooper, profesora asistente de neurobiología clínica en la Universidad de Columbia.

“¿La gente realmente puede drogarse por exposición secundaria al humo? Y si es así, ¿Cambia tus capacidades o puedes dar positivo en una prueba de drogas?”, se (nos) preguntó.

HUMO ACTIVO, PULMONES PASIVOS

En el primer estudio de este tipo, el equipo de Herrmann reclutó a cerca de 20 personas sanas entre las edades de 18 y 45, entre ellos algunos de los que fumaban marihuana y algunos que no la consumían.

Los investigadores estudiaron los biomarcadores en la sangre, saliva, orina y muestras de cabello de los participantes.

Luego pidió a seis de los fumadores y a otros seis de los no fumadores que se relajasen en una cámara de humo de plexiglás y aluminio del tamaño de un dormitorio.

Los participantes se sometieron a dos sesiones separadas, cada una de una hora de duración.

Los investigadores dieron a cada uno de los seis fumadores 10 cigarrillos de marihuana, cada uno con un gramo de marihuana de alta potencia.

Y les instruyó a fumar en su tiempo libre, mientras que los seis no fumadores se sentaron a su lado en la cámara.

Durante la sesión de pruebas, el sistema de ventilación de la habitación estaba encendido, permitiendo que el aire entrase y saliese a cierta velocidad de la cámara estándar.

En la otra sesión, los investigadores restringieron el flujo de aire en la cámara.

Después de 60 minutos, cada participante completó una serie de encuestas y tareas biológicas, cognitivas y subjetivas a intervalos regulares durante un máximo de 34 horas después de la exposición.

“Nuestros resultados resultaron ser bastante coherentes con lo que esperábamos”, dijo Herrmann.

humo, marihuana, positivo

RESULTADOS

Los nuevos hallazgos confirmaron que “es muy difícil conseguir un positivo en testeo de drogas por humo pasivo a menos que estés en un escenario extremo”, dijo.

Sin ventilación, los fumadores mostraron deterioros leves en las pruebas cognitivas, reportando sentirse colocados, y teniendo niveles detectables de THC en la sangre y en la orina hasta 22 horas después de la exposición.

Los que estuvieron en condición ventilada tenían niveles mucho más bajos de THC en la sangre, no se sentían alterados o colocados, y no dieron positivo por THC en la orina.

Aunque la habitación sin ventilación no es representativa de la mayoría de situaciones en la vida real, dijeron los investigadores.

“Nos inspira el peor de los casos”, dijo Herrmann, “estar en una habitación cerrada durante una hora con 15 gramos de cannabis fumándose”.

Lo ideal sería que el estudio hubiese tenido un grupo de placebo, en el que se expusieran los no fumadores a fumar THC.

Esto habría ayudado a los investigadores a determinar si la sensación de estar colocados se debía a la marihuana o simplemente un efecto placebo, de la exposición al humo.

Aún así, “este estudio es realmente importante, ya que añade a nuestro conocimiento limitado los efectos directos de fumar cannabis y los peligros potenciales de humo de otro fumador”, dijo Cooper.

HUMO DE PORRO Y HUMO DE TABACO

Si la exposición secundaria del humo de cigarrillo causa daño en fumadores pasivos, muchos creen que también lo hace el de la marihuana.

Sin embargo, hasta el momento se han llevado a cabo muy pocas investigaciones al respecto.

Un estudio del 2016 realizado con ratas en Estados Unidos determinó que la exposición secundaria al humo de la marihuana afectó una medida de la función de los vasos sanguíneos.

Y lo hizo de modo similar a la exposición secundaria al humo del tabaco.

Los efectos, además, duraron más tiempo.

Un minuto de exposición secundaria al humo de la marihuana alteró la dilatación mediada por flujo (la medida en que las arterias se expanden en respuesta al aumento del flujo sanguíneo) de la arteria femoral durante por lo menos 90 minutos.

Asimismo, el deterioro causado por un minuto de exposición secundaria al humo del tabaco se resolvió en 30 minutos.

Los efectos del humo de la marihuana no tuvieron relación con la concentración de THC, es decir que los efectos aparecieron aun con la eliminación del THC.

Esta investigación no se ha realizado todavía con seres humanos, pero los niveles de alquitrán y toxinas que se sabe que existen en el humo de la marihuana crean inquietud.

Sobre todo, a la hora de proteger a poblaciones vulnerables, como por ejemplo los niños y las personas asmáticas.

Fuente: La Marihuana