Ya todos saben que entre los países que lentamente van despenalizando el cultivo de cannabis para fines medicinales, Colombia es quien tiene el mejor de los panoramas. Sus condiciones climáticas, que aseguran un verano eterno, convierte a sus tierras en ideales para la producción de cannabis.
Ya lo eran para el café, el commoditie más famoso en su portafolio de productos. Así, el modelo de negocio del cultivo más tradicional también puede trasladarse a la marihuana.
El café colombiano es producido por agrofranquicias que venden el total de su producción al Estado para que este lo comercialice.
La compañía canadiense Mandara Pharma se centra en la construcción de una economía sostenible para la era del posconflicto con un gran enfoque en las comunidades. “Queremos crear un modelo de agrofranquicias de cannabis en Colombia”, dijo su CEO Jeremy B. Desai al periódico local La República, en una entrevista donde adelantó que la firma invertirá 20 millones de dólares para continuar con la operación en el terreno medicinal.
Mandara Pharma tiene una amplia cartera de productos: farmacéuticos, cosméticos, consumibles, industriales, de construcción, textiles y fibra. Todos son producidos y se adhieren a estrictos estándares internacionales. Actualmente, la empresa tiene muchos productos en desarrollo que estarán disponibles luego de las aprobaciones de las autoridades reguladoras.
La Ley 1787, sancionada en 2016, ha creado un caldo de cultivo favorable para el desembarco de numerosas empresas, gracias a que se creó un marco regulatorio que permitió “el acceso seguro e informado” al uso médico y científico de este producto y sus derivados dentro del territorio nacional.
No ajenos a esto, los empresarios del sector han visto en Colombia una oportunidad para no solo impulsar su negocio, sino también apoyar a los agricultores colombianos. Al menos esta fue la idea con la que entró al país la compañía canadiense Mandara Pharma.
Desai destacó la creación de un modelo de franquicias en asociación con los agricultores colombianos. Dicha metodología de trabajo le ha permitido a la compañía establecer sus operaciones principales en Colombia.
Consultado sobre cómo está funcionando el modelo de agrofranquicias, el hombre relató que “el proceso inicia con el cultivo del producto, donde los agricultores locales cosechan y secan el cannabis medicinal. Luego, el producto llega a la planta procesadora, donde se completa la extracción, refinamiento y producción de nuestros productos farmacéuticos e industriales”.
Posteriormente, “esos productos ingresan a la etapa de investigación clínica, donde trabajamos con los más altos estándares de calidad para ofrecer productos innovadores y seguros a nuestros consumidores”, continuó.
Y finalizó: “Mandara Pharma está desempeñando un papel fundamental en la construcción de una economía sostenible para el posconflicto al trabajar con las asociaciones de agricultores”.
De la mano de las Asociaciones
“Nuestra compañía se distingue de los competidores por su compromiso de desarrollar más estos programas para el futuro beneficio del país”, afirmó Desai, “Para ello, la compañía trabajará de la mano con asociaciones de agricultores para proporcionar conocimientos, genética, semillas y asesoramiento técnico para sostener y producir cultivos de cannabis de grado farmacéutico rentables”.
La empresa está desarrollando 17 hectáreas de cultivo en Roldanillo, Valle del Cauca, donde cultivan cannabis de grado farmacéutico en invernaderos ubicados en la superficie.
Además, cuenta con 14 hectáreas en Popayán, en el hermoso valle del Cauca. “Estamos desarrollando este sitio con la Universidad de Popayán, que operará un campus satélite para investigación, capacitación, desarrollo de productos, micropropagación y cultivo de cannabis”, agregó.
“Hemos invertido cerca de 2 millones de dólares en Colombia durante los primeros tres meses de operación y planeamos invertir otros 10 millones o 20 millones en 2019”, concluyó.
Por Rama
Fuente: La Marihuana