En Estados Unidos, como en muchos otros países, existen dos realidades paralelas. Por un lado, un férreo marco legal federal continúa criminalizando a usuarios y cultivadores. Por el otro, los estados obtienen ganancias de la despenalización, sobre todo, del uso medicinal de la planta. Se sabe que el mercado siempre gana en el gran país del norte y el 2018 ha sido un año de excelentes y suculentas noticias. Suficientes como para que en 2019 cambie el paradigma.
En la actualidad, el mercado de la marihuana legal en Estados Unidos genera un negocio de 10.400 millones de dólares, con alrededor de 250.000 personas trabajando exclusivamente en el manejo de las plantas, a los que habría que sumar otros tantos miles de empleos que no implican el trabajo directo con las plantas.
Un buen ejemplo de cómo la marihuana legal se ha convertido en una industria floreciente es el ejemplo de Curren, una empresa fundada por dos amigos en 2014 que desde entonces ha pasado a tener 85 empleados y facturar 2.500 millones de dólares al año a través de sus más de 1.000 tiendas y dispensarios por todo el país.
Otro ejemplo fue la Navidad, donde varias tiendas de Estados Unidos y Canadá especializadas en cannabis obtuvieron ganancias extraordinarias. O la tienda Higher Standars de Chelsea Market, Nueva York, que estableció un récord de ventas de un solo día el último Black Friday y luego lo superó el 8 de diciembre, dijo la mujer. Gracias a un 2018 más que auspicioso, la compañía planea abrir hasta cinco tiendas adicionales el próximo año, incluida una en Atlanta que se espera que esté lista justo a tiempo para el domingo del Super Bowl.
Software para cannabis en la mira
El mercado está generando, además, otros negocios paralelos que se benefician de su auge. Esta es la situación de Green Bits, una compañía de San Diego que desarrolla software específico para minoristas de marihuana. Esta compañía logró el favor de numerosos fondos de capital riesgo, como Casa Verde Capital (Snoop Dogg), haciéndose el año pasado con 17 millones de dólares que le servirán para expandirse internacionalmente en 2019.
Claro que no son todas a favor para este tipo de negocios. La doble moral estadounidense pone frenos al desarrollo. Para empezar, no existen demasiados inversores que quieran que se sepa públicamente que apuestan por este tipo de negocios. Por otro lado, desde la óptica fiscal también hay obstáculos: las empresas del sector no pueden deducirse sus gastos comerciales y les cuesta mucho encontrar, no sólo un local en el que desarrollar su actividad, sino contratar un seguro.
Otro gran debate se cierne sobre el uso del cannabis y los modelos de negocios que resulten más rentables. En Estados Unidos, casi dos tercios de los estados ya han legalizado algún tipo de marihuana medicinal. Por su parte, la recreativa está ganando cada vez más terreno. Uno de los últimos estados en legalizarla ha sido Michigan, convirtiéndose en el décimo estado y el primero del medio oeste en hacerlo. En Nueva York y Nueva Jersey, sus gobernadores ya andan presionando para seguir sus pasos en 2019… lo mismo sucede en Pennsylvania o Illinois.
Los estadounidenses, al parecer, sí podrán decir “feliz año nuevo”.
Por Rama
Fuente: La Marihuana