Publicado 17/12/2018 16:44:12CET

MADRID, 17 Dic. (EUROPA PRESS) –

Investigadores de Johns Hopkins Medicine (Estados Unidos) han descubierto, realizando un estudio sobre ratones adolescentes con una versión modificada de un gen vinculado a enfermedades mentales humanas graves, una posible explicación de cómo la marihuana podría dañar los cerebros de algunos adolescentes.

En un informe que se publicará en la revista ‘Biological Psychiatry’, estos científicos han demostrado que la exposición a la marihuana aumenta la inflamación en un tipo específico de células cerebrales en ratones adolescentes que conlleva una rara mutación genética relacionada con la esquizofrenia y el trastorno bipolar, así como otros trastornos psiquiátricos importantes.

En un experimento de prueba de concepto, los investigadores utilizaron un medicamento antiinflamatorio no esteroide, ‘NS398’, para suprimir la inflamación inducida por la marihuana en el cerebro. Los investigadores pudieron prevenir el daño cerebral de la marihuana en ratones que parecen genéticamente susceptibles a los efectos dañinos.

«La inflamación que vimos en nuestros ratones probablemente se activa en muchas personas que fuman marihuana, pero nuestros resultados pueden ayudar a explicar por qué y cómo algunos ratones y algunas personas están genéticamente predispuestos a experimentar una mayor respuesta inflamatoria y daño cerebral», apunta uno de los responsables del estudio, Mikhail Pletnikov.

Aunque se debe hacer mucha más investigación para determinar si sus hallazgos se aplican a los humanos, el investigador asegura que «ya está claro» que el consumo excesivo de cannabis está relacionado con problemas cognitivos de larga duración, pero solo en un porcentaje de los que consumieron marihuana durante la adolescencia. El desafío para los científicos ha sido identificar los factores de riesgo que pueden aumentar los efectos adversos del cannabis. Tener esa información podría llevar a estrategias preventivas eficientes.

Basándose en la noción de que solo una población selecta de adolescentes fumadores de marihuana tienen problemas cognitivos posteriores, los investigadores optaron por experimentar con un modelo de ratón para enfermedades psiquiátricas que conlleva una mutación en el gen ‘DISC1’ que originalmente se encontraba en una familia escocesa con muchos miembros diagnosticados con esquizofrenia, trastorno bipolar y depresión mayor.

EXPERIMENTO EN RATONES

Los investigadores utilizaron ratones que producen la proteína DISC1 defectuosa en sus cerebros. Cuando tenían alrededor de 30 días de edad, lo equivalente a la edad de adolescente en roedores, les inyectaron 8 miligramos por kilogramo de D9-tetrahidrocannabinol (THC), el químico psicoactivo de la marihuana, todos los días durante tres semanas, imitando la exposición a fumar a diario durante la adolescencia. Luego, detuvieron la exposición al THC durante tres semanas antes de analizar los ratones para detectar deficiencias cognitivas y de comportamiento.

«Esencialmente, les permitimos que se diviertan como adolescentes y luego dejamos que pase el tiempo suficiente hasta su edad adulta, o en términos humanos, el momento en que las personas llegan a los últimos 20 años, están viviendo una vida adulta y pueden comenzar a notar problemas cognitivos», explica Pletnikov.

A los ratones les gusta explorar lugares previamente no visitados u objetos nuevos, pero examinan lugares u objetos familiares mucho menos, lo que sugiere que los ratones tienen memoria de reconocimiento. Por esta razón, los investigadores a menudo usan la ‘prueba del laberinto Y’, o prueba de reconocimiento de objetos novedosos, para evaluar su memoria de reconocimiento. Los ratones de control se comportaron correctamente, pero los modificados con ‘DISC1’ expuestos a THC mostraron una memoria de reconocimiento deficiente.

Los investigadores aseguran que esto indica una memoria de reconocimiento más pobre en los ratones ‘DISC1’ expuestos a marihuana. Los efectos del THC en la memoria de reconocimiento en los ratones ‘DISC1’ hembra fueron menos profundos que en los ratones ‘DISC1’ masculinos.

«Si nuestros resultados resultan ser aplicables a las personas, sugieren que podríamos desarrollar tratamientos antiinflamatorios más seguros para prevenir las consecuencias a largo plazo del consumo de marihuana», dice Pletnikov. En cuanto a trabajos futuros, su laboratorio está trabajando para ampliar estos estudios con otros modelos animales que determinen cómo varias vulnerabilidades genéticas pueden desempeñar un papel en los efectos de la marihuana en el cerebro en desarrollo.

Fuente: Europa Press