Una familia argentina echó mano a una costumbre cada vez más repetida desde la sanción de la ley de cannabis medicinal de marzo de 2017, que abrió un gris legal sin precedentes en el país: presentar un recurso de amparo para poder usar aceite de cannabis y que nadie vaya preso por ello.

En este caso, la beneficiaria es una niña de 3 años con discapacidad, que sufre de “síndromes epilépticos especiales”. Gracias a la decisión de la jueza Elena de Liberatori, la Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires (ObSBA) deberá abonar de manera integral el valor de la prescripción médica “Aceite de Charlotte Everyday Advanced” y reintegrar los costos para obtener del exterior esa medicación que oscila la suma de 1.000 dólares

El fallo de Liberatori, titular del juzgado 4 en lo Contencioso Administrativo y Tributario, se apoya en que el suministro del ungüento “aparece como la única posibilidad de evitar el daño actual debido a su situación económica y familiar que le impediría acceder de otro modo al tratamiento prescripto”.

El documento asegura que “corresponde la concesión de la tutela anticipada ante situaciones donde se encuentra en serio riesgo la salud de las personas, habida cuenta que la salud es un valor imprescindible para el desarrollo humano”.

Y agrega que “esta circunstancia, permite verificar el peligro en la demora existente, dado que si la presente medida no es concedida de manera oportuna, las consecuencias para la salud de la niña podrían ser irreparables”.

Son varias las familias que se aseguraron la provisión de Charlotte o el permiso para comprarlo por medio de recursos judiciales. Incluso, hay dos familias que consiguieron la habilitación para cultivar la medicina en sus propias casas.

x

Fuente: La Marihuana