Las reglas de oro para regar; parece un trabalenguas pero es todo lo contrario: se trata de una guía crucial para que tus plantas de marihuana crezcan como árboles.

Si hay una tarea que repetitiva a lo largo de un cultivo de cannabis, ésa es el riego.

En principio es una tarea sencilla. O parece una tarea sencilla, ya que regar no es sólo echar agua a una planta cada determinado tiempo.

Con unos buenos hábitos de riego, no nos aseguraremos el mejor de los cultivos, pero sí tendremos más probabilidades de conseguirla.

No deja de ser uno de los muchos factores a tener en cuenta para cultivar marihuana.

Otros, también importantes, son el tamaño de la maceta y la calidad del sustrato.

Recuerda que, cuanto más grande es la maceta, las necesidades de agua o fertilizantes son más altas.

Si tenemos una maceta grande, de 25 a 40 litros, una planta joven o pequeña, con una o tres semanas de crecimiento, sus necesidades de agua serán bastante escasas en este periodo.

Otro factor importante de consideración es el clima.

Durante el ciclo completo de vida de la planta, es necesario observar de cerca el clima de la zona en la que se encuentra el cultivo.

Lo mismo con las condiciones climáticas (temperatura y humedad) del espacio de cultivo de interior.

El resto lo podrás conocer a partir de ahora, con las 6 reglas de oro para regar correctamente tus plantas.

reglas de oro para regar

REGLAS DE ORO PARA REGAR: DEJA REPOSAR SIEMPRE EL AGUA

Hoy en día prácticamente todas las aguas se someten a la cloración, un método eficaz para potabilizarla y eliminar los microorganismos que contiene.

Aunque el cloro es un elemento que se degrada con unas horas de reposo, un agua clorada sin reposar puede matar los microorganismos beneficiosos que habitan en el sustrato.

Un buen hábito es el de almacenar agua en cubos o bidones, y dejarla reposar unas 24 horas antes de regar con ella.

Esta es una de las reglas de oro para regar tus plantas, que siempre te lo agradecerán.

REGLAS DE ORO PARA REGAR:  NO USES AGUA NI DEMASIADO FRÍA NI DEMASIADO CALIENTE

Un día de mucho calor, las plantas no agradecen un riego con agua fría.

Los nutrientes se disolverán con más lentitud y las raíces tendrán más dificultades para asimilarlos.

Además podría producirse un shock radicular y una transpiración intensa en las zonas aéreas.

El agua demasiado caliente también es muy perjudicial, ya que aumenta la energía cinética de las moléculas, lo que a su vez produce un aumento en la velocidad de las reacciones químicas y podría producirse un colapso.

Recuerda que la temperatura del agua ideal es de unos 22-24º, y esa es una de las principales reglas de oro para regar.

También recuerda que en épocas veraniegas, algunas plantas pueden requerir más de un riego por día. Lo notarás en el sustrato.

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REGLAS DE ORO PARA REGAR: REGULA SIEMPRE EL PH

Todos los nutrientes necesarios para el desarrollo de la planta se encuentran disponibles cuando el rango del pH oscila entre 5,5 y 7,0.

Ciertos nutrientes no son asimilables cuando el pH está por encima o debajo de este rango, lo que obliga a la planta a consumir los almacenados en las hojas.

Cuando éstos se agoten, la planta empezará a mostrar signos de carencias, por lo que debes tener muy en cuenta estas reglas de oro para regar.

Tanto si se usa agua sola, como con abono, siempre se debe regular el pH para asegurarse de que todos los nutrientes están disponibles para su asimilación.

REGLAS DE ORO PARA REGAR: LOS RIEGOS SIEMPRE PAUSADOS

Es muy común que cuando la superficie del sustrato se seca, adquiera impermeabilidad.

Y al regar, el agua se desliza directamente por los bordes de la maceta hasta el drenaje sin llegar siquiera a humedecer el sustrato.

Esto lleva a muchos cultivadores a pensar que han regado sus plantas, cuando realmente las plantas no habrán recibido ni una gota de agua.

Los riegos siempre deben ser pausados, añadiendo agua poco a poco y dejando que el sustrato la vaya absorbiendo lentamente.

Considera ésta como una de las más importantes reglas de oro para regar.

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REGLAS DE ORO PARA REGAR: EL RIEGO NI EXCESIVO NI ESCASO

Las plantas de cannabis consumen gran cantidad de agua. Pero, en cambio, a sus raíces no les gusta la humedad constante.

Se dificulta la oxigenación de las raíces y los hongos son más propensos a instalarse y atacar en esas condiciones.

Y por supuesto, la falta de agua puede terminar con su vida en pocas horas.

Cuando toque regar, empaparemos todo el sustrato hasta que comience a salir agua por el drenaje.

Y no volveremos a regar hasta que los 2-3 primeros centímetros de la superficie del sustrato se hayan secado completamente.

REGLAS DE ORO PARA REGAR: RIEGA A LAS HORAS ADECUADAS

Una planta debe regarse cuando sea necesario, preferiblemente a primera hora de la mañana o al anochecer, y esa es una de las más importantes reglas de oro para regar.

Se debe evitar regar en horas de máxima calor, lo que sería un derroche innecesario de agua ya que mucha se evaporaría en contacto con el sustrato caliente.

Regando en horas en las que el sustrato está más fresco, asegurará que las raíces reciben y asimilan la mayor parte del agua que usemos.

Pero, sobre todo, debes tomarte ese momento como una ceremonia entre ti y tus queridas plantas, y esa tal vez sea de las reglas de oro para regar más importante de todas.

El acto de cultivar no sólo se da en el plano físico, por eso es muy importante compartir tiempo de relajación con tus plantas, detener el tiempo y respirar junto a ellas por unos minutos.

Si te lo tomas así, enseguida entenderás que el riego es un momento de celebración para ambos, es el baño que se toman juntos y es alimento esencial para tu hierba y, en consecuencia, para sus flores.

Fuente: La Marihuana