México está a un sólo paso de abrirse a la marihuana legal, el resultado de una lucha que comenzó con un puñado de médicos en 1938.

Es muy probable que cuando se recuerde a la liberación de la marihuana en México sea en relación a la enorme presión popular ejercida por usuarios y cultivadores en la última década.

Sobre todo, desde la instalación del plantón 420, justo enfrente del palacio legislativo, y que lleva casi un año.

Sin embargo, pocos saben que México tuvo a un grupo de doctores que avalaron la marihuana allá por 1938, con una histórica fumata.

Así lo recuerda el diario El Universal, que da cuenta de la gesta comandada por el doctor Salazar Viniegra, un verdadero pionero en el estudio de la sagrada planta.

“¡Pobre, calumniado y hermoso arbusto de la marihuana!”, dijo entonces el galeno, quien juntó a algunos colegas fumó mota frente al Jefe de Salubridad Pública para desmitificarla.

A la proeza la convirtió en estudio, y la llamó “El Mito de la Marihuana”, el primer y más completo estudio que pide hierba legal en México.

MÉXICO Y SU MARIHUANA LEGAL, EN 1938

La historia reciente es conocida: el pasado 12 de enero el congreso mexicano publicó el reglamento de la Ley General de Salud para la producción, investigación y uso medicinal de la marihuana y sus derivados.

Claro que no lo hizo así de la nada: el mismo debió haber sido actualizado hace tres años.

Con esto, los legisladores regulan la producción primaria para abastecer, generar materia prima para realizar las investigaciones y producir semilla.

También la investigación farmacológica, fabricación de derivados farmacológicos y medicamentos y la formación de médicos para la realización de diagnósticos, preventivos, terapéuticos, de rehabilitación y cuidados paliativos.

No obstante, en México ya se había hablado la posibilidad de legalizar todo esto en 1938, gracias al doctor Salazar Viniegra.

Y lo hizo en medio de una dulce humareda blanca gracias a que en su presentación se fumaron muchos cigarros de marihuana.

Leopoldo Salazar Viniegra fue un médico que en la década del 30.

El hombre se especializó en estudios de los efectos de la marihuana, por lo que se le reconoce como un visionario que hace 80 años propuso muchas de las políticas de drogas que hoy aplaudimos.

«Él en sus estudios señalaba que a los adictos a esta droga debería de tratarlos como enfermos y no como criminales”.

“Era un fiero defensor de que el problema de la adicción de la marihuana fuera atendido como un problema de salud y no penal», dice Luis Astorga, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

El 22 de octubre de 1938, el propio diario El Universal cubrió los acontecimientos alrededor de la presentación del estudio “El mito de la marihuana”, la primera piedra del cannabis legal en México.

El periodista Fernando Ramírez de Aguilar, popularmente conocido como Jacobo Dalevuelta, fue el cronista de tan histórico evento.

Y él fue quien escuchó y contó los dichos de Salazar Viniegra: “¡Pobre, calumniado y hermoso arbusto de la marihuana”.

La crónica también cuenta que varios de los médicos asistentes ese 22 de octubre de 1938 fumaron numerosos porros que les fueron repartidos.

El hecho no perturbó la seriedad indiscutible de la Academia, más preocupada por el contenido de las 34 hojas a renglón cerrado que componen el estudio.

“El doctor Salazar Viniegra, al afirmar radiante, que ‘la pobre grifa’ es tan inocua como una gota de agua destilada, tenía como escenario a un grupo de ‘engrifados’, auténticamente ‘quemados’ por la yerba”, dice la crónica.

México marihuana legal 1938
Archivo Dr. Salazar

LA ACADEMIA DE MÉXICO, INOCULADA DEL MITO DE LA MARIHUANA

El relato apela a la primera persona del cronista para matizar el ambiente de aquel 22 de octubre de 1938:

“Yo sonreía, francamente incrédulo, cuando el informante me contó del triunfo de Salazar Viniegra, quien un poco al estilo drástico del inmortal Pasteur, llevaba hasta sala de los doctos las pruebas absolutorias de la romántica ‘rosamaría’”.

Todo se sorprendieron al ver como el galeno convertía a sus propios colegas en unidades biológicas de experimentación.

Además, infringiendo el Código Sanitario, hasta convertirse en propagandista de la por entonces mala hierba y en presencia nada menos que del propio Jefe de la Salubridad Pública.

“¡La Academia de Medicina se las ‘había tostado’! Ni más ni menos, ¡y en plena sesión general!”, se sorprende el bueno de Jacobo.

El periodista, todavía incrédulo, insistió en que Salazar Viniegra invitó cigarrillos, al parecer de tabaco, pero con el “alma verde de los sueños blancos”, a varios de sus colegas de los cuales fumaron deliciosamente.

OPORTUNIDADES PARA MÉXICO CON MARIHUANA LEGAL

“La instrucción, la cultura, la orientación de nuestro pueblo, permitirá que el calumniado y hermoso arbusto no sea en lo futuro más que lo que debe ser: una rica fuente de abastecimientos en fibras textiles”, fue la conclusión del doctor Salazar Viniegra.

Absortos, desconcertados; tal vez un poco fatigados, por la lectura de 34 cuartillas a renglón cerrado, los académicos nada dijeron.

El galeno, entonces, rubricó su frase:

“Aquí mismo, algunos de mis colegas, se la ‘han tronado’ y todavía no se levanta ninguno a cantar ‘Farolito’ o ‘Vende caro tu amor, aventurera’”.

“Y ninguno se ha sentido aún el ‘Negrito poeta’ o el insigne descubridor de la ‘Bala Mágica’, conocido en nuestro mundo con el nombre Erlich.

Palabras más o menos, el doctor decía ya en la México de 1938, lo mismo que decimos hoy en el mundo entero: la marihuana no es la causa de nuestros males actuales.

El objetivo de Salazar Viniegra y su equipo -quienes fueron de los libros a la experimentación propia y ajena- es claro:

Que se quiten del Código Penal y del Código Sanitario legal de México los renglones condenatorios -decomiso y cremación por pena- contra la inocente, según ellos, marihuana.

“Nosotros hemos visto a Segura fumarse tres cigarrillo de marihuana ‘al hilo’, y dejarse observar por los médicos psicoanalistas del Instituto correspondiente”.

“Y excepto algunos trastornos en las conjuntivas y resequedad en la boca, el estudioso Segura no ha resentido nada”, dice la evidencia de “El mito de la marihuana”.

Incluso, el doctor Salazar Viniegra va más allá y asegura que “hasta niños de 9 años han fumado marihuana, de manera casual y sólo han tenido náuseas”.

Como vemos, el asunto de la marihuana legal en México no es nuevo, ¡data de 1938! Y con evidencias fuertes en favor del cambio.

Es hora de legalizar.

Fuente: La Marihuana