Mucha gente que cree que la vida en los campos de marihuana es 100 por ciento placentera, sin embargo, esto no es así para miles de migrantes allí empleados.
Otro aspecto que hace necesaria la legalización del cannabis es la situación que se vive en numerosos campos de marihuana que siguen operando en la clandestinidad.
Ahora, y según informa AP, miles de migrantes han denunciado abusos en algunos campos de marihuana ubicados en el estado de Oregon, en el oeste de Estados Unidos.
Son miles los migrantes que trabajan en plantaciones ilegales de marihuana en el sur de Oregon, que según las autoridades son operadas por cárteles extranjeros.
Los mismos viven en condiciones miserables y en ocasiones son engañados y amenazados por sus jefes del crimen organizado.
La situación se ha puesto más grave tanto en la región mayoritariamente rural como en la cercana a la frontera con California.
Todo ocurre en medio de un aumento de crímenes violentos y del robo de agua para las crecientes operaciones durante una grave sequía.
Tal es así que los condados Jackson y Douglas declararon un estado de emergencia el mes pasado.
Dichas regiones que albergan campos de marihuana pidieron fondos estatales y otros recursos, incluido el despliegue de elementos de la Guardia Nacional.
Todo para hacer respetar de manera adecuada las leyes sobre el cannabis.
Los comisionados del condado vecino de Josephine dijeron que estaban preparando su propia declaración de emergencia.
Un borrador del documento cita “infracciones generalizadas a los códigos del condado, las leyes estatales sobre el agua y las leyes penales”.
Antes de eso le escribieron una carta al presidente del Senado de Oregon en la que señalaron que el condado estaba experimentando “un trágico aumento de la narco esclavitud”.
Sin embargo, de momento no hay planes para desplegar elementos de la Guardia Nacional, señaló Elizabeth Merah, portavoz de la gobernadora Kate Brown.
Campos de marihuana clandestinos disfrazados de legales
Muchos de los campos de marihuana ilegales en la región operan bajo la apariencia de ser campos de cáñamo legales.
Sin embargo, sus cultivos tienen cantidades de THC muy superiores a los niveles legales permitidos para el cáñamo.
Los reguladores estatales y la policía local se han visto colapsados por la cantidad de lugares de cultivo a escala industrial, que, según dicen, son cientos y posiblemente miles.
No hay suficientes inspectores para revisar el contenido de THC en cada sitio para determinar cuáles son legales y cuáles no, han señalado las autoridades.
Algunos sitios, que a menudo están custodiados por guardias armados, han negado la entrada a los inspectores estatales.
Incluso la policía ha dicho que no tiene la capacidad de allanar todos los campos de marihuana sospechosos porque cada redada requiere una investigación y órdenes de registro.
En suma, algunos gerentes de los campos de marihuana se rehusan a pagarles a los trabajadores y los han amenazado con atacarlos si acuden con las autoridades o intentan renunciar.
Esto es lo que relatan funcionarios policiales y un grupo que defiende los derechos de los migrantes y de los trabajadores agrícolas.
“Hemos tenido varios casos en el condado Josephine, donde fueron amenazados con armas apuntadas a la cabeza”.
“‘Si le dicen a alguien, vamos a hacerle daño a su familia en México’, o ‘Vamos a dispararles’”, les dicen los patrones, según comentó Kathy Keesee-Morales, codirectora de Unete.
El grupo trabaja como defensor de inmigrantes y trabajadores agrícolas y tiene sede en Medford, Oregon.
Algunos trabajadores dicen fueron engañados para trabajar en estos campos de marihuana y han contactado a Unete.
Desde la organización han tratado de ayudar llamando a los gerentes de los campos de marihuana y advirtiéndoles que podrían enfrentar denuncias.
Unete no dudará en presentarse ante la Oficina del Trabajo e Industria de Oregon si no les pagan a sus trabajadores lo que les deben, dijo Keesee-Morales.
“Muchas veces simplemente les pagan porque no quieren ninguna clase de interacción con el estado”, añadió.
Cada vez más campos de marihuana en la costa oeste
El número de campos de marihuana ilegales en la región, que no forman parte del sistema de cannabis legal y regulado de Oregon, aumentó este año.
Incluso algunos de esos campos de marihuana se encuentran junto a las carreteras estatales y producen toneladas de marihuana que se vende fuera del estado.
Las autoridades creen que los carteles eligieron el sur de Oregon porque es considerado parte del llamado Triángulo Esmeralda de cultivo de marihuana.
Esa zona es comprendida, principalmente, por los condados californianos de Humboldt, Mendocino y Trinity.
La región produce marihuana de alta calidad que es “el cannabis artesanal”, dijo la representante estatal Lily Morgan, republicana de la pequeña ciudad de Grants Pass, la cabecera del condado Josephine.
“Se puede pedir un alto precio en todo el mundo por ella”, comentó.
Los dueños de tierras locales a menudo rentan o venden sus propiedades a los cultivadores ilegales a precios muy superiores a los normales.
Las condiciones son paupérrimas: los trabajadores han tenido que usar hoyos en el suelo como inodoros, se han bañado en duchas improvisadas y cocinan en lugares insalubres.
También viven en tiendas de campaña y duermen en catres colocados en contenedores de transporte y en invernaderos de marihuana, dijo Nathan Sickler, jefe policial del condado Jackson.
Sickler comentó que sus agentes no arrestan a los trabajadores basándose en presuntas violaciones a las leyes de inmigración.
En lugar de eso, les entregan unas tarjetas en español proporcionadas por Unete que enlistan las agencias que brindan servicios gratuitos para migrantes.
“Hay un factor de miedo”, comentó Sickler.
“Estos individuos saben que podrían estar en riesgo por hablar con la policía sobre varias cosas, incluidas las condiciones (en las que viven) y la falta de pago”, cerró.
Fuente: La Marihuana