El cannabis argentino avanza raudamente, ahora, en el Congreso de la Nación, donde a pocos días de ser presentado ya obtuvo un dictamen favorable.
Así lo informa el diario Ámbito Financiero, en un artículo en el que da cuenta de que la regulación de cannabis medicinal obtuvo dictamen favorable en el Senado argentino.
Esto le permite ser tratado en el recinto, en algunos días más.
Se trata del primer obstáculo sorteado por el proyecto de cannabis argentino que, de recibir media sanción en la Cámara alta, será discutido en Diputados antes de convertirse en ley.
La iniciativa de cannabis argentino busca un marco legal para el cultivo destinado a fines terapéuticos, paliativos o de investigación científica.
El proyecto de ley de cannabis argentino establece un marco regulatorio de la cadena de producción, industrialización y comercialización de la hierba para uso medicinal.
También avala la investigación científica.
Esta semana recibió dictamen favorable tras un plenario de comisiones del Senado y quedó en condiciones de ser debatido en el recinto en la próxima sesión.
La iniciativa del Poder Ejecutivo podría generar unos 10.000 puestos de trabajo en el corto plazo, de acuerdo a datos oficiales.
Consenso político para el cannabis argentino
En la audiencia de comisiones en las que se trató el proyecto de cannabis argentino se escuchó de todo.
El presidente de la comisión de Agricultura, Adolfo Rodríguez Saá (PJ-San Luis), destacó que se logró “un trabajo muy bueno” gracias al “consenso” entre todos los bloques.
También precisó que se aceptaron modificaciones que se incorporarán al dictamen durante la discusión del tema en el recinto.
“Se priorizó el diálogo con las provincias que están muy avanzadas con este tema y se ha incorporado una enorme cantidad de cuestiones muy positivas”, sostuvo.
El dirigente precisó que quedó claramente plasmada en la propuesta la política de federalismo que promueve este Gobierno.
También adelantó que se incluirá en el recinto una sugerencia del senador Dalmacio Mera (FdT-Catamarca) para que las autoridades encargadas de controlar la producción informen periódicamente al Congreso.
El presidente de la comisión de Presupuesto, Carlos Caserio (FdT-Córdoba), fue otro de los que tomó la palabra.
Consideró que en caso de aprobarse será una ley “que supera viejos resabios” y que otorga al país “una gran posibilidad para el desarrollo económico y para la industria”.
Asimismo, opinó que esta norma “habla de una Argentina distinta donde podemos discutir los temas que parece que fueran tabú”.
Voces en contra para el cannabis argentino
Desde el bloque de Juntos Somos Río Negro, Alberto Weretilnek, adelantó que votará en contra de la norma por considerarla contraria a la salud pública.
También dijo que el proyecto de cannabis argentino es “una de las leyes más capitalistas” de los últimos años al señalar que “es un paso previo a cederle un negocio de estas características a las grandes corporaciones”.
La presidenta de la comisión de Asuntos Constitucionales, María de los Angeles Sacnún (FdT-Santa Fe) respondió que no está en contra del capitalismo pero sí del capitalismo financiero que “tanto daño le ha hecho al mundo y a la Argentina”.
Así, ponderó las “políticas de Estado que le llegan al pueblo argentino defendiendo la salud pero también el desarrollo productivo”.
Entre los objetivos del proyecto de cannabis argentino se busca establecer un marco legal que autorice -a través de un fuerte esquema regulatorio- las etapas de siembra, cultivo, cosecha y producción.
También almacenamiento, transporte, comercialización, importación, exportación y posesión de semillas de cannabis, de la planta, y de sus derivados, con fines de aplicación medicinal, terapéutica, paliativa o de investigación científica.
En la iniciativa también se destaca que la ley busca fomentar los proyectos de inversión pública, privada o mixta en los distintos segmentos de la cadena sectorial del cannabis medicinal.
Y contempla la creación de una agencia reguladora que oficiará cómo órgano rector y articulador de la cadena productiva del cannabis y tendrá a su cargo las múltiples instancias de regulación involucradas.
Se trata de la Agencia Regulatoria de la Industria del Cáñamo y del Cannabis Medicinal (Ariccame), que tal como se establece en el artículo 4° del Proyecto, tendrá autarquía técnica, funcional y financiera.
Asimismo, orbitará en el ámbito del Ministerio de Desarrollo Productivo y tendrá jurisdicción en todo el territorio argentino.
Cómo funcionará el cannabis argentino
Entre las funciones centrales de la futura ley de cannabis argentino estará regular el funcionamiento de la cadena de la marihuana medicinal y el cáñamo industrial.
También fiscalizar el cumplimiento de las disposiciones que para ello emita y coordinar las acciones necesarias con el resto de las autoridades públicas competentes.
En la apertura del debate, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, afirmó que la ley fomentará el desarrollo de la cadena productiva y generará 10.000 puestos de trabajo en el corto plazo.
Durante el debate en comisiones, el proyecto obtuvo apoyo de la mayoría de los 30 expositores, entre los que se destacaron representantes de todo el país de asociaciones de productores y de científicos del Conicet.
Silvia Kochen, de la Red Cannabis Medicinal del Conicet (Racme), destacó la importancia de aprobar la ley.
La mujer sostuvo que “hay evidencia científica de la eficacia del cannabis” en enfermedades como la epilepsia refractaria y en el dolor crónico.
También remarcó la necesidad de “profundizar en la investigación sin tantas trabas burocráticas”.
Pablo Fazio, de la Cámara Argentina del Cannabis, se refirió a “la importancia de crear un consejo consultivo federal ya que los desafíos son enormes”.
Luego, afirmó que la Argentina puede hacer de la regulación una ventaja competitiva.
German Herrera, docente investigador de la Universidad de Quilmes, señaló que “el proyecto promueve de manera integral el nacimiento de una industria promisoria y la incorporación de productores medianos y pequeños”.
Además de resaltar que fomenta “un aspecto regulatorio fuerte que potencia la seguridad en la cadena de producción”.
Diana Barreneche, de la Asociación Civil Proyecto Cáñamo Argentina, valoró la norma como un paso para avanzar en “el derecho a la salud, al trabajo, al ambiente sano y a la libertad”.
Finalmente, sostuvo que implica “un cambio de paradigma en la forma en que se llevan adelante los procesos productivos”.
El cannabis argentino es una realidad.
Fuente: La Marihuana