Cuando alguien por vez primera decide comprar semillas de cannabis para comenzar un autocultivo, siempre son muchas las dudas que se plantean. Una de las más importantes es la elección de las semillas, que se deben adaptar tanto a nuestro clima como a nuestras expectativas. Hasta hace unos 20 años, tan sólo existían lo que hoy llamamos semillas regulares. No hacía falta decir nada más, puesto que no había otras opciones dentro claro está de los cientos y cientos de variedades disponibles. Hoy, la cosa ha cambiado mucho y en ocasiones puede dar lugar a confusión.

TIPOS DE SEMILLAS DE CANNABIS

Regulares: son las de toda la vida, las que cualquiera puede conseguir mediante la polinización de una planta masculina y una planta femenina. Estas semillas siempre ofrecerán tanto plantas hembra como plantas macho. La proporción se podría decir que ronda las 4 semillas macho por cada 6 semillas hembra, aunque ésto es una simple estadística. En un paquete de 10 semillas podremos encontrarnos 8 hembras y 2 machos, 5 hembras y 5 machos, 3 hembras y 7 machos…

En general, las semillas regulares son más estables ya que detrás, hay un proceso de selección tanto de la madre, como del padre. Más del 99% de variedades de la actualidad, son creadas a partir de plantas seleccionadas de semillas regulares. Para el cultivador para autoconsumo, los machos no tienen ningún tipo de interés. Los cultivadores más inquietos podrán usarlos para conseguir sus propias semillas regulares.

Feminizadas: son semillas que en el 99% de los casos (por no decir el 100%) aseguran plantas hembra. Son las semillas más vendidas, ya que a fin de cuentas la gran mayoría de cultivadores prefieren cultivar tantas plantas como semillas germina y olvidarse estar pendiente de identificar los machos cuanto antes y retirarlos, dejando espacios vacíos.

Pese a lo mucho que se puede leer, las semillas feminizadas no son modificadas genéticamente, aunque para ello se usen productos químicos. El cannabis es una especie muy susceptible al estrés, ante lo cual una planta hembra puede reaccionar produciendo flores masculinas. Gracias a productos como el STS, hasta la hembra más pura llega a producir flores macho, pero sus cromosomas siguen siendo femeninos (XX en lugar de XY de una planta masculina). Con este polen se polinizan plantas hembra y al no existir la variante del cromosoma Y, todas las semillas serán hembra.

Autoflorecientes: después de las feminizadas, las autoflorecientes fueron la siguiente revolución en el mercado. Y pueden ser feminizadas o regulares. Autofloreciente lo único que significa es que se obtendrán plantas que florecerán cuando alcancen las 3-5 semanas de vida e independientemente del fotoperíodo. Son variedades que en exterior se cosechan en unos 2 meses desde que se germinan. Ésto significa que en los meses de junio, julio y agosto podremos cosechar plantas en exterior. Hasta la llegada de las autoflorecientes, como muy temprano se cosechaba a mediados/finales de septiembre.

Las autoflorecientes descienden de las ruderalis, variedades originarias del sur de Siberia y Kazajistán. Son plantas que se han aclimatado a días y veranos cortos, además de temperaturas bajas. Se pueden encontrar creciendo a orillas de las carreteras, su tamaño máximo ronda los 30-80 cm y no contienen apenas THC por lo que no son psicoactivas. Su único interés ha surgido cuando algunos breeders consiguieron fijar el gen autofloreciente gracias a cruzar ruderalis con cannabis, además de plantas con elevadas cantidades de THC.

Fast Version:  éstas han sido las últimas semillas en revolucionar el marcado. Dependiendo del banco de semillas, también se pueden conocer como Fast Flowering o Early Version. Como su propio nombre hace intuir, son variedades de floración rápida o temprana, en su mayoría feminizadas. Y también son versiones de otras variedades que reducen su tiempo floración en unos 10-15 días. Son especialmente útiles en exterior y en climas de veranos cortos donde cualquier otra variedad correría riesgo de hongos debido a humedad o lluvias.

Estas semillas son el resultado de un primer cruce entre una variedad autofloreciente y una variedad fotodependiente. El gen autofloreciente es un gen recesivo, es decir que se expresa no en la primera generación, sino en las siguientes. En este caso la madre autofloreciente sirve para reducir los tiempos de floración en como decimos, unos 10-15 días dependiendo de la variedad.

Fuente: La Marihuana