La legislación argentina continúa siendo fuertemente restrictiva al cultivo de cannabis para consumo personal, sin embargo, cuando aparecen los billetes y las semillas ya no se tiran en un closet sino en una gran finca, las leyes pueden hacerse más flexibles. Es lo que está pasando en algunas provincias argentinas que, sumidos en una importante crisis productiva, presionan políticamente para obtener permisos y poder echar la semilla a la tierra.
Una de ellas es San Juan, a la vera de la cordillera de los Andes, donde la firma canadiense Wayland Group acaba de adquirir 819 hectáreas de tierra cultivable a cambio de 8,5 millones de dólares en acciones y efectivo, para sembrar cannabis. El lunes, los empresarios fueron recibidos por el gobernador Sergio Uñac, cuya administración está trabajando en una norma que le permita a la empresa empezar a trabajar para producir cannabis medicinal. El consumo medicinal fue aprobado por ley el año pasado a nivel nacional. Pero para cultivar es necesaria la intervención del INTA (el Instituto de Tecnología Agropecuaria) o del Conicet (la agencia estatal de investigación científica), órganos de ejecución de la polémica ley.
El INTA hasta ahora solo firmó un acuerdo con Jujuy (otra de las provincias que presionan al Estado Nacional) y tiene planes para sembrar en un predio propio en Castelar. En todos los casos, para poder hacerlo se necesita también la aprobación del ministerio de Seguridad para los terrenos.
Sin embargo, la iniciativa de Jujuy, que contó con fotos con mucho flash de funcionarios, empresarios y hasta el propio gobernador Morales, hasta ahora es sólo una gran nube de humo. Incluso, el sindicato que representa a los trabajadores de la industrial del tabaco se mostraron molestos por la falta de consultas al proyecto que impulsa el ejecutivo provincial. “No hubo consulta, nos deben respeto”, indicó Daniel Azcurra, uno de los dirigentes gremiales.
“No entiendo la reconversión de la matriz productiva de la provincia, creo que el sector tabacalero de la provincia ha dado sobradas muestras de funcionamiento en Jujuy”, agregó Azcurra, “No hay que olvidarse que la zona de Valles ha sido frutihortícola y sin embargo por los costos, y llegar a mercados se vieron en la obligación de reconvertir la matriz productiva, es un tema que conocemos”.
Los productores agrícolas ¿preocupados?
Los propios productores agrícolas de la finca El Pongo -donde se haría el proyecto- señalaron la posibilidad de perder sus fuentes de trabajo y el sustento de sus familias y aseguran que habrá menos puestos de trabajo de los que hay actualmente, por lo que habría más de 300 familias de productores las que se verían perjudicadas.
Lo de San Juan sí parece más serio. “La industria del cannabis medicinal es una de las áreas de negocios de mayor crecimiento en el mundo, tanto por lo que implica en el sector de la salud como por el alto rendimiento económico por hectárea. Wayland encontró en nuestra provincia un lugar ideal debido al clima”, sostuvo el gobernador Uñac, según difunde Wayland en un comunicado.
“El gobierno de San Juan ha sido muy cauteloso en este asunto, ya que buscábamos el establecimiento de empresas serias de grado farmacéutico para implementar la nueva Ley de Cannabis Medicinal”, se distanció el gobernador de su colega del norte.
Por Rama
Fuente: La Marihuana