¿Quieres saber todo sobre el aceite de CBD o aceite de cannabis CBD? Entonces no te puedes perder este post que te traemos hoy.
Te contaremos que es este tipo de aceite y en que se diferencia del aceite de THC. Además hablaremos de sus beneficios, como puedes hacerlo tú mismo y mucho más.
Qué es el aceite de cannabis CBD
El aceite de cannabis no debe confundirse con el aceite de semillas de cannabis. Son dos productos totalmente diferentes.
Aceite de semillas de cannabis
El aceite de semillas de cáñamo se obtiene exclusivamente de las semillas. Generalmente se usa un prensado en frío para su extracción.
Este aceite tiene unas grandes propiedades nutritivas entre las que destacan:
- Alto contenido en proteínas: 100 gramos de semillas de cannabis aportan 32,26 gramos de proteínas. Superan en proteínas a las semillas de lino o de chía.
- Alto contenido en vitaminas C y E: son potentes antioxidantes que combaten el deterioro provocado por los radicales libres. Además fortalecen el sistema inmunológico reduciendo el riesgo de infecciones y catarros
- Superan la cantidad diaria recomendada de manganeso y magnesio: también incluyen un alto contenido de zinc y fósforo.
- Contienen ácidos grasos esenciales omega 3 y omega 6: además en un ratio perfecto. Ambos son imprescindibles para el correcto funcionamiento del organismo y la salud cardiovascular.
Aceite de CBD
Por otro lado, el aceite de CBD se obtiene de los tricomas de las flores de la planta hembra. En estos tricomas o comúnmente llamada resina, se encuentras los cannabinoides.
Entre los más de cien cannabinoides del cannabis, dos son los de los que hablaremos y que son los mayoritarios: el THC y el CBD.
La diferencia entre el cáñamo y la marihuana, es que el cáñamo apenas produce THC, de ahí su legalidad. En cambio la marihuana produce sobre todo THC.
En los últimos años existen en el mercado variedades con un alto contenido en CBD y muy poco THC. Pero ese muy poco THC supera el límite legal permitido para considerarse cáñamo, por lo que se considera de marihuana.
Entre las propiedades del aceite de CBD según muchos estudios se encuentran:
- Propiedades analgésicas: ayuda a reducir los dolores provocados por la fibromialgia, contusiones, artritis o artrosis.
- Propiedades antiinflamatorias: el aceite de cannabis CBD tiene propiedades curativas en casos de acné y psoriasis, entre otras.
- Propiedades vasodilatadoras: alivia los síntomas de las varices y es bueno para la salud cardiovascular.
- Propiedades relajantes: reduce los niveles de estrés, la ansiedad o nerviosismo.
- Reduce las náuseas: especialmente las provocadas por la quimioterapia en las pacientes con cáncer.
- Reduce los espasmos musculares: incluso llega a suprimirlos.
- Propiedades neuroprotectoras: diferentes estudios han demostrado su efectividad en los casos de personas con párkinson y alzheimer.
- Reduce los niveles de azúcar en sangre: por lo que se asocia a los enfermos con casos de diabetes.
Cuáles son los beneficios del aceite de cannabis CBD
El aceite de CBD se usa para tratar el dolor crónico, libromialgia y enfermedades inflamatorias autoinmunes como la artritis.
En algunos tipos de cáncer como de piel, de mama, de páncreas o tumores cerebrales, mejora los síntomas de la quimioterapia como dolores físicos, náuseas, vómitos e insomnio.
Se ha demostrado que el CBD ayuda a combatir la ansiedad, el estrés y la depresión.
También es útil según algunos estudios para enfermedades neuropsiquiátricas como esquizofrenia, autismo, trastorno por déficit de atención con hiperactividad, trastorno por estrés postraumático y alcoholismo.
Se comienza a usar con éxito en trastornos neurológicos y/o del movimiento como el Alzheimer, demencia, Parkinson, esclerosis múltiple, epilepsia refractaria o accidente cerebrovascular.
Y además, es bastante eficaz para tratar síndromes metabólicos como obesidad y diabetes, desórdenes cardiovasculares, enfermedades inflamatorias intestinales y crónicas de la piel.
Cómo se produce el aceite de cannabis
Los aceites CBD que te puedas encontrar en establecimientos autorizados, se compone de una base de aceite vegetal y una concentración variable de un extracto completo de cannabinoides.
Ya que no pueden contener THC porque sería ilegal su venta (en toda Europa), se usan flores y hojas de cáñamo. Y generalmente se emplean métodos de cultivo ecológicos.
Mediante técnicas de extracción en su mayoría con CO₂, se consigue una extracción que aísla los cannabinoides y otros compuestos interesantes.
Se emplea CO2 por ser un producto natural, de fácil acceso y que garantiza un control prácticamente absoluto del producto final.
El otro paso importante, es la descarboxilación, filtración y destilación de los cannabinoides antes de integrarlos en concentraciones específicas en el aceite.
El aceite vegetal únicamente cumple la función de “contenedor” de los cannabinoides. Se suele usar aceite de oliva o aceite de semillas de cáñamo.
Composición
Como decimos, prácticamente todos los aceite de CBD del mercado cuentan por un lado con una base de aceite vegetal. Principalmente se usan de oliva o de semillas de cáñamo.
Y por otro lado, una concentración variable de una extracción completa de cannabinoides procedentes de variedades de cáñamo certificado.
Las concentraciones pueden ir del 1% de CBD, hasta el 20% e incluso más. Esto significa que por cada 100 gramos de aceite, el porcentaje de CBD equivale a un gramo.
Con el aceite de CBD lo que se recomienda es comenzar con una dosis baja e ir incrementando según las necesidades de cada uno.
La dosis ideal puede variar mucho dependiendo de la dolencia, el hábito de consumir CBD… e incluso el peso. Dado que el CBD no es psicoactivo, no existe riego de sobredosis.
El otro aceite de CBD
Lo anterior, es siempre refiriéndonos a marcas comerciales que ofrecen aceite con CBD donde está permitida su venta.
Son procesos industrializados, con variedades de cáñamo procedentes de cultivos legales y con los certificados correspondientes.
Para cualquier de nosotros sería imposible simularlo en casa debido al alto coste de los equipos que se emplean. Pero cabe la posibilidad de hacerlo en casa de otros modos.
Además, contará con otro importante beneficio. Y no es ni más ni menos que el THC, que sin duda se presentará en concentraciones más elevadas.
Está demostrado que el CBD actúa mejor cuando se acompaña del THC en el conocido como efecto entourage o efecto séquito. Es un efecto “extra” producido por la sinergia entre cannabinoides y otras moléculas del cannabis.
Así que lo idea es comenzar cultivando una buena variedad CBD. Como decimos, son muchos los bancos de semillas que ofrecen este tipo de genéticas. Algunas por debajo del 1% de THC.
Los efectos psicoactivos de estas variedades son nulos debido a la cantidad de CBD. Pero el poco THC que contengan, hará que el aceite de CBD sea más efectivo.
No os vamos a explicar como cultivar esas plantas en este post. Pero si tienes cualquier duda, en esta guía de cultivo la resolverás.
Una vez las flores secas, será hora de extraer los cannabinoides. Puedes hacerlo de varios modos. Desde una simple extracción es seco, hasta un Rosin.
Para hacer una extracción en seco son muy útiles los hash-makers. Como además no necesitamos mucha cantidad, es mejor hacer siempre lo justo.
Con el Rosin sucede lo mismo. Conseguiremos un extracto más puro. Para ello podemos usar unas simples planchas de pelo y papel antiadherente.
Ejerciendo presión y calor, se conseguirá que el cogollo exude los tricomas. El resultado son pequeñas gotas doradas que podremos recoger fácilmente una vez enfríen.
No mencionamos el BHO por ser más laborioso. Además de que como decimos no necesitamos mucha cantidad, el BHO tiene un posterior proceso de purgado para extraer el gas de su interior.
Por cada 100 gramos de aceite vegetal, usaremos 10 gramos de cogollos. Y apuesta siempre por un buen aceite. Es más fácil adquirir un buen aceite virgen extra de oliva, que aceite de semillas de cáñamo.
Añade en un cazo los 100 gramos de aceite y el extracto de marihuana. La temperatura no debe exceder los 120ºC para impedir que en este proceso de descarboxilación, el THC se degrade en CBN.
Remueve durante una hora manteniendo la temperatura. Retira del fuego y deja que enfríe. Y ya tienes preparado tu propio aceite de CBD listo para consumir.
Lo conservaremos siempre en la nevera. En muchas farmacias podrás encontrar pequeños botes con cierre de gotero, muy útiles para consumirlo.
¿Cómo se usa el aceite de CBD?
Generalmente el aceite de CBD se toma aplicando unas gotas debajo de la lengua. De este modo el CBD entra directamente en la sangre a través de los capilares situados bajo la lengua en el interior de la mejilla.
Así los efectos son más rápidos y más pronunciados. Pasado un minuto, se puede tragar la cantidad de aceite que hemos aplicado.
También se pueden añadir a la comida o bebida. Pero siempre será mejor y más aprovechable como hemos comentado anteriormente, vía sublingual.
Fuente: La Marihuana