Empezó el 4 de febrero y termina el 28 y, con más de 30 películas de 10 países, el FICC se ha convertido en una referencia del cine cannábico a dos orillas.

El FICC surge con la necesidad de ampliar las perspectivas culturales desde un enfoque social y comprometido hacia la temática del cannabis.

Lo hace a través de la imagen cinematográfica como medio sensibilizador y transformador y uniendo dos realidades diferentes: la prohibitiva Argentina y la Uruguay libre.

Es que el FICC se desarrolla en dos sedes: Buenos Aires y Montevideo, una característica que la pandemia de covid-19 convirtió en desafío.

“Hacer el festival en un contexto de pandemia fue dificultoso”, reconoce a La Marihuana Alejo Araujo, creador del FICC. FICC cine cannábico

“La verdad que hubo muchas marchas y contra marchas, cosas que tuvimos que reorganizar y cosas pautadas que tuvieron que cambiar”.

“Fue difícil y también se complicaba y era un desafío movilizar al público, porque siempre apostamos a tener funciones presenciales. Eso nos parece importante por la temática, y porque nos gusta ver cine en pantalla grande”, agregó.

El audiovisual como herramienta poderosa de transformación social, generador de conciencia, reflexiones y comportamientos es lo que busca generar el FICC y ocurre, en este caso, con cine cannábico.

El FICC está organizado por un equipo de profesionales del cine que además de realizar sus propias películas trabajan hace varios años en la programación de festivales de cine. 

“Nuestra intención es brindar información a través de este arte, como disparador para debatir, derribar tabúes, normalizar la regulación, desde sus usos y costumbres en lo medicinal, recreativo, industrial, cultural, educativo, social, sin promover el consumo”, aseguran.

Las obras que se exhiben en el FICC, contribuyen a superar prejuicios, brindando herramientas e información.

Y no solo sobre los usos del cannabis sino también las problemáticas que rodean el tema: salud, justicia y derechos humanos.

La idea es acercarse y convocar a amplios sectores sociales, saliendo del ghetto de profesionales, especialistas y consumidores.

FICC, CINE Y COMUNIDAD CANNÁBICA

La pandemia sí ayudó a que el FICC tuviese poca competencia. Eso, sumado a la propuesta original de cine cannábico, hizo que mucha gente se acerque.

La pandemia “nos puso en un lugar de mayor exposición y le dio un empujón extra a la propuesta”, rescata Araujo.

La primera edición, realizada en Montevideo, Uruguay, tuvo también buena repercusión, no sólo del público sino también de la prensa.

FICC cine cannábico“Somos un festival nuevo, una propuesta nueva y generamos mucha curiosidad”, afirmó el organizador del FICC.

A propósito de eso, el hecho de que exista un festival de cine cannábico también es visto por su creador como una oportunidad de que se genere una comunidad de realizadores del rubro.

“Creo que la estamos armando a la comunidad de cineastas cannábicos. Quizás a partir de este festival se empieza a construir”.

“En estas dos ediciones que tuvimos se empiezan a tejer redes entre realizadores y realizadoras y puede ser un comienzo”.

Creo, y he tenido algunas respuestas en ese sentido, que algunos realizadores y realizadoras se han interesado en saber qué existe este espacio y algunos dijeron que les interesa poder avanzar en el tema y profundizarlo”, dice Araujo.

Y describe a esa comunidad con dos casos, “los que tocan el tema en forma ocasional y los que son militantes, hay un tándem distinto en cuanto a cómo encarar la realización”.

ARGENTINA Y SU LABERINTO CANNÁBICO

Consultado sobre el eterno proceso despenalizador en Argentina, el director del FICC ya no se fía de ningún dirigente.

“Va siempre en un subibaja mi expectativa, por momentos soy mas positivo y por otros me gana la desazón”, confiesa.

Argentina tuvo hace tres años la aprobación de la ley de uso medicinal que tardo un par de años más en reglamentarse.

“La reglamentación se dio recién en noviembre pasado y estamos esperando que se termine de definir y se concrete de manera correcta”, afirmó y adelantó que “para este año se esperan novedades en cuanto a cultivo, industrial y de cannabis”.

“A mí lo que me gustaría y creo que puede ser rápido y sencillo es despenalizar el consumo, que no haya más presos por cultivar y por consumir”.FICC cine cannábico

“Me parece que eso sería un cambio de paradigma mas rápido que lo que cuesta la implementación de una ley”, agregó.

Y opinó: “Estamos en un camino incorrecto, el de ir paso a paso en vez de hacer una regulación completa de la planta como se hizo en Uruguay, pero somos países distintos y también son realidades distintas y sabemos cómo actúan los lobbies”.

FICC – MONTEVIDEO 2019 – PRIMERA EDICIÓN

La primera edición del FICC se realizó en diciembre de 2019 en la Expocannabis de Montevideo, Uruguay. 

Durante tres días más de 600 personas accedieron a una selección de 14 films de lo mejor del cine cannábico. 

Entre otros países se destacó la presencia de Brasil, Uruguay, Argentina, Colombia, México y España. 

FICC – MONTEVIDEO 2020 – SEGUNDA EDICIÓN

El Festival Internacional de Cine Cannábico del Río de la Plata (FICC) se realizó por segunda vez en Montevideo entre los días 19 y 27 de noviembre de 2020.

Esta edición del Festival brindó 20 películas. 

Se realizó en 7 sedes, las mejores salas de Montevideo y al aire libre, cumpliendo los aforos limitados y los protocolos sanitarios, propiciando en cada proyección el debate y la reflexión.

Tuvo el apoyo de la Intendencia de Montevideo, el Ministerio de Cultura, el Instituto de Cine ICAU, la Cinemateca de Uruguay, las Embajadas de Francia y Canadá. Un exitoso Festival a pesar del contexto mundial con muy buena repercusión.

Algunas de las películas que se exhiben en la edición 2021 son:

  • . Una historia de la prohibición, de Martin Rieznik. Argentina, 2019.

Primer documental argentino sobre la prohibición de las drogas. Narra un caso muy reconocido: la historia de Eric Sepúlveda, preso (y finalmente liberado) en la provincia de Cordoba por cultivar.

  • . Misia JALANÁ, de Fernando Saicha. Uruguay/Argentina 2018.

Corto con la técnica de TimeLapse acerca de la experiencia de Fernando Saicha, la primera persona en el mundo en tener una licencia para cultivar Cannabis recreativo para abastecer a farmacias y el proceso de obtención del predio para el cultivo. 

  • . Mujeres Cannabicas, de REMA (Red de Mujeres Antiprohibicionismo). España 2018.

Videoclip parte de la campaña de Feminismo y antiprohibicionismo. 

  • . Las Despedidas, de Damián Sansone. Uruguay 2017.

Corto autobiográfico. Mucho más que rastas y prejuicios. 

  • . Traigan el porro. Misión no oficial, de Denny Brechner, Alfonso Guerrero y Marcos Hecht. Uruguay 2017.

La marihuana es legal, pero no hay suficiente, así que la Cámara Uruguaya de la Marihuana Legal viaja a los Estados Unidos para conseguir 50 toneladas de cannabis para abastecer al país.

  • . Una casa con 10 pinos, de Martín Ochoa. Argentina 2018.

Atormentado por un recuerdo del pasado, el viejo Vicente busca aliviar su karma recurriendo a la ilegalidad para ayudar a pobladores en zonas rurales, exponiéndose a perder su libertad.

Las proyecciones son en 3 secciones temáticas: Salud y cannabis, Activismo cannábico y Ficciones Cannábicas.

Para más información, visita el sitio del FICC.

Fuente: La Marihuana