Después de mucho tiempo de paciente trabajo y dedicados cuidados de nuestras plantas de marihuana, por fin se va acercando el momento de la degustar la cosecha. Sin embargo, las prisas matan y nunca son buenas. Y aún quedan dos de las fases más importantes: el secado y curado de la marihuana. Se debe dejar que los cogollos se tomen su tiempo, sin duda las gargantas y psicoactivos cerebros lo agradecerán. Lo más importante que se debe tener en cuenta es que, aunque la cosecha haya sido extraordinaria y tengamos el secadero lleno de resinosos cogollos, sin un buen secado y curado perderán potencia y sabor.

Algunos consejos para el secado y curado de la marihuana

Estos consejos son para los cultivadores que quieren conseguir una marihuana de primera calidad. Y no es ni más ni menos que unos cogollos con buena potencia y un buen sabor. Los cogollos recién cortados primero deben pasar por un largo proceso en el cual terminan de desarrollar todo su potencia.

Cuando cortamos una planta, ésta no muere. Mientras los cogollos conserve humedad en su interior, siguen sucediéndose reacciones químicas que influyen de forma determinante en la calidad y sabor del producto final. Si te fumas un cogollo antes de un mes desde la cosecha, eres un impaciente. Espera otro mes a que se cure y la primera impresión será completamente distinta y mucho mejor.

El secado y curado de la marihuana

Sino puedes esperar, al menos deja que los mejores cogollos de cada planta se sequen y curen bien. Es preferible usar los cogollos bajos y pequeños, se secarán antes. Se debe tener muy presente que son necesarios dos procesos para que la marihuana se pueda considerar de campeonato.

  • Primero, los cogollos se tienen que secar. Día a día comenzarán a perder el agua de sus tejidos. Este proceso puede durar de una a cuatro semanas, dependiendo del clima. En general, siempre será mejor un secado lento que un secado rápido.
  • Después, los cogollos se tienen que curar. Durante el curado se producen reacciones químicas en el cogollo que descomponen la clorofila. Con esto se consigue que los cogollos tengan un sabor más suave que no irrita la garganta.

Como hacer el secado y curado de la marihuana

Para secar la hierba basta con colgarla en un lugar aireado, oscuro y seco. Cuando la parte exterior del cogollo tenga un tacto crujiente se puede dar por finalizado el secado y empezar a curar la hierba. Si el cogollo se seca en exceso, el curado no se realiza de la mejor manera.

Normalmente, en dos semanas la hierba está lista para empezar a curarla. Esto varía mucho en función de la zona. En un clima cálido y seco se secará antes que en clima frío y húmedo. Una buena temperatura y humedad serían de unos 20ºC y 65% de humedad.

El secado y curado de la marihuana

El curado de los cogollos consiste en acabar de secarla muy despacio. Para ello introducimos los cogollos en un bote de cristal o caja de madera. Al día siguiente, la humedad interior del cogollo se habrá repartido y puede que ya no tenga el mismo tacto crujiente. Es algo normal, aunque si los notas muy esponjosos, es mejor retirarlos del bote y dejar que se sequen un día más.

Durante las próximas cuatro semanas, abriremos cada día una o dos veces la caja o bote durante un par de minutos. Así se renovará el aire. Con cada día que pase, más clorofila se irá descomponiendo, perdiendo el cogollo además el color verde. El proceso de curado puede durar de cuatro a seis semanas.

¿Y después del curado?

Se suele decir que la hierba está lista cuando los tallos se quiebran con un chasquido en lugar de doblarse. Llegado este momento, es la hora de envasar los cogollos para que se conserven en buenas condiciones durante mucho tiempo.

Los principales enemigos del THC son el aire, la luz y el calor. Así que meteremos los cogollos en botes herméticos y los pondremos en un lugar oscuro y fresco, que no haya grandes variaciones de temperatura. Después del trabajo de meses de cultivo y otros dos meses de el secado y curado de la marihuana, la cosecha estará por fin lista para fumar.

Mitos sobre el secado y curado de la marihuana: no lo hagas

Son muchos los mitos relacionados con el secado y curado de la marihuana. Te contamos los más famosos y que nunca debes hacer:

  • Los cogollos no tiene más THC ni saben mejor cuando se entierran durante meses. Lo único que conseguirás es que los hongos puedan aparecer. Sería muy perjudicial para quien los consuma después.
  • Arrancar la planta con raíces y sumergir éstas en agua hirviendo, no hará que el THC fluya hasta los cogollos. Además de lo complicado que resultaría hacerlo en plantas de 2 o 3 metros.
  • Si se secan las plantas boca abajo, el THC de las raíces desciende hasta los cogollos. Las plantas se cuelgan boca abajo simplemente por comodidad.
  • Un secado rápido no es malo. No tengas prisa en el secado. Todos los métodos de secado rápido que usan calor, hacen que parte del THC se destruya y por lo tanto el cogollo pierde potencia.

Si no tienes nada para fumar y decides secar rápido tus cogollos, hazlo con algunos de los más pequeños y deja los mejores de la cosecha. Lo mejor es secar la hierba en un horno convencional a unos 50º C sobre una bandeja y con la puerta entreabierta. Cada 10-15 minutos controlaremos para que no se sequen en exceso. La hierba rascará y no tendrá muy buen sabor, suficiente para que decidas no repetir. Es uno de los sistemas de secado rápido menos malo.

Fuente: La Marihuana